Una vez que recibimos los pasaportes sellados, decidimos hacer el "landing" o completar el proceso cruzando la frontera. Preparamos el viaje para el miércoles 10. Ese día, saltamos en el carro a las 6:30 de la mañana y emprendimos nuestra expedición a tierras prometidas. A las 6 horas y media de viaje llegamos a la alcabala de l;a entrada de la frontera de Canadá. El oficial nos dio una gran sonrisa a la vez que nos daba los buenos días. Tomo el pasaporte de Tom y en voz seria pero con aun con su sonrisa nos dijo: "este pasaporte no es valido" a lo que Tom y yo saltamos, "como no va a ser valido? si es nuevo!" el oficial insistió, esta vez diciendo" cuanto quieren apostar" a eso punto yo ya casi me desmayo de los nervios. Tom contesto: "te apuesto un dolar" a lo que el oficial devolvió su pasaporte y le indico: "lee debajo de la linea, donde tienes el dedo". Tom lo leyó: "No es valido hasta que sea firmado". Todos soltamos una gran carcajada, Tom lo firmo y el oficial nos pido que nos dirigiéramos a las oficinas para hacer el papeleo no sin antes despedirnos con "Bienvenidos a Canadá!" El papeleo fue sorpresivamente rápido. Una media hora entre los dos. Al final seguimos con el resto del viaje fue de una hora y media hasta el edificio donde nuestro querido amigo Dennis F. muy atentamente nos concedió sus aposentos por los días de nuestra estancia. Perfecta locación pues estábamos en pleno downtown, entre Bloor y Bay, con todo un mall y entrada de subway en el.
Soltamos las maletas y caminamos hasta "The star of downtown" a ver los colores a escoger para el apartamento. Desgraciadamente allí nos dimos cuenta que una de las ventanas da a un par de metros de una pared con un gran ventilador en ella. Se nos callo la ilusión que habíamos tenido hasta ese momento. Esa fue la única mala nota del viaje.
Esa noche cenamos con nuestros queridos Dennis y Patrice, todo un lujo!
El viernes en la mañana nos dirigimos a las oficinas del gobierno para sacar nuestros números de Seguro Social. Las oficinas son impecablemente limpias y bien decoradas y de nuevo la atención fue única y rápida. De allí nos fuimos al Banco a abrir nuestra primera cuenta canadiense. Nos atendió un chiquillo super atento y hasta abrimos la cuenta sin hacer un deposito, no es increíble?
El resto del día fue muy agradable, Tom y yo nos fuimos a comer a nuestro restaurante favorito en Toronto. Es un mixto de comida Thai y Vietnamita y las dos veces que hemos estado en Toronto nos hemos echado cada hartada.... se me hace agua la boca de nuevo... yumm
El viernes en la noche nos reunimos con nuestro amigo
Nick y a su vez conocimos varios de sus amigos. Cenamos en
Zelda's Café y de allí a tomarnos unas buenas birras en el patio de
O'gray's tap & grill. La verdad la pasamos bien rico.
El sábado, Dennis y Patrice nos invitaron a desayunar en
Kensington Market con unas suculentas empanadas chilenas que estaban espectaculares! Allí, en Kensington Market, Dennis me mostró un detalle bien importante como Venezolano: donde venden la harina P.A.N. y la malta Polar, cosas que no pueden faltar en mi hogar. (jejeje, con todo y rima...)
Esa misma tarde decidimos regresar a casa luego de la cena. De nuevo Patrice y Dennis nos invitaron a cenar, esta vez en
The Keg Mansion. Que cena mas deliciosa y desde luego, un nuevo restaurante favorito que añadir a nuestra lista!
Una hora y media luego nos enfrentamos de nuevo a la cacería de brujas, con todo y rayos y centellas!!! En la frontera del lado americano nos atendió una rubia desteñida con braces en la boca, quien entre gritos y escupidas nos pregunto las nacionalidades. Cuando vio mi pasaporte simplemente grito (de nuevo escupiendo...) si yo había pedido permiso para salir del país... le conteste que no sabia que debía pedir permiso para ello. Ella tomo la radio y comenzo a vociferar, esta vez empapando la radio... afortunadamente. Nos grito que nos estacionáramos a la izquierda, al pasar las oficinas y esperáramos adentro de las oficinas a que nos llamaran. Una vez dentro, fui llamado esta ves por un oficial "decente" quien le dijo a la rubia e' farmacia que yo no tenia necesidad de pedir permiso de salida, pues ya estaba viajando con el. El oficial me hizo algunas preguntas de cortes manera, y me dijo que tenia problemas con el sistema y que se iba a tardar un poco. Diez minutos después estábamos manejando rumbo a NJ. Llegamos a casa a las tres y media de la mañana, directo a la cama a arrecochinarnos con Buster (el gato), extrañando a Katie (la perra) a la que dejamos en el Kennel con el "Tío Mike"